Comportamiento de las plagas con la presencia de la COVID-19

La COVID-19 ha afectado la presencia de plagas en entornos urbanos. La plaga más preocupante, debido al confinamiento y las restricciones, es la de los roedores, especialmente ratas.

Con la menor circulación de personas en el exterior durante meses ha provocado que se detecte más presencia de rata gris y de rata negra, que se han vuelto más atrevidas, más agresivas y también más grandes. La presencia de ratones no se ha visto tan alterada.

Sobre las cucarachas, también se ve afectada su actividad debido a la reducción de la actividad en los locales.

Debido a la crisis mundial provocada por la pandemia de la COVID-19 se han reducido drásticamente los viajes y la movilidad, se verá reducida la presencia de chinches, tanto en el ámbito particular como en el sector hotelero.

Otras plagas como mosquitos, moscas, hormigas, termitas, carcoma, avispas, pececillos de plata, pulgas, etc… parecen no estar tan afectadas directamente por la situación actual.

La mejor manera de evitar la proliferación de las plagas son las medidas preventivas, como la limpieza, evitar que puedan tener acceso a alimentos, evitar zonas húmedas y un correcto mantenimiento de tuberías. No es aconsejable el uso de pesticidas domésticos, porque pueden trasladar la plaga a otros lugares, pueden llegar a ser un problema para la salud de las personas y animales domésticos y no siempre son efectivos.