Chinches de la cama

Las chinches de la cama Cimex lectularius (especie cosmopolita) y Cimex hemipterus (se encuentra más en trópicos y subtrópicos), son unos insectos que se alimentan de la sangre de los humanos.  Son de color marrón rojizo, miden unos 5mm de longitud y sus picaduras suelen ser en forma de pápulas (ronchas) más grandes de 1cm, que causan picor e inflamación y pueden tener una parte de color rojo oscuro en medio. Normalmente se encuentran varias picaduras en grupo o en línea, sobre todo en la cara, cuello, brazos y manos. Las chinches suelen ser más activas de noche y suelen picarnos cuando dormimos.

Para poder determinar que nos han picado las chinches debemos examinar sobre todo los colchones y la ropa de cama, las grietas de las paredes, los muebles, paneles de madera o incluso los cuadros, donde pueden esconderse. Podremos observar unas manchas oscuras, que son los excrementos, alrededor de los escondites, y manchas de color marrón-rojizo, que son los restos de sangre, en los colchones y sábanas. Aparte, si hay una gran cantidad, notaremos el mal olor que desprenden sus secreciones. Y por último, también  podremos observar los insectos adultos, ninfas, exúvias (los restos de exoesqueletos vacíos) de color amarillo pálido, o bien, sus huevos.

En los últimos años ha tenido lugar un resurgimiento de esta plaga, debido a nuevas resistencias de las chinches a los insecticidas y al aumento de viajes globales por parte de los humanos. Las chinches pueden viajar con nosotros, en la ropa o a las mochilas, y por lo tanto el riesgo de encontrarlas aumenta si pasamos tiempo en lugares donde se aloja gran cantidad de huéspedes nocturnos. Para prevenir una infestación en las viviendas deberemos evitar su entrada, teniendo una buena higiene, evitando la introducción de muebles de segunda mano y revisando la ropa, mochilas y equipaje, con los que las chinches pueden viajar y dispersarse.

Para controlarlas una vez que ya existe una infestación, deberemos contactar con un profesional del control de plagas, ya que los insecticidas domésticos solo harían empeorar la situación y dispersar a los insectos. Aparte, se recomienda pasar la aspiradora, sellar grietas y eliminar escondites, y lavar la ropa de cama a alta temperatura, como mínimo a 60ºC.