Metodología

  • Inspección inicial por un biólogo especializado.
    Identificación de la plaga.
    Localización del foco del problema.
    Elección del tipo de tratamiento más adecuado.

Tipo de tratamiento

Existen varios sistemas de lucha contra las pulgas, por lo que valoraremos la situación y elegiremos el tratamiento más adecuado a cada entorno y circunstancia.

Tratamiento con insecticidas de acción por contacto

  • El tratamiento se realiza mediante pulverización, aerosoles o espolvoreo que se aplicará en los escondrijos y en las áreas sensibles y de paso de los insectos.
  • Requiere cerrar la zona a tratar, retirar los alimentos y tiene un plazo de seguridad a respetar antes de volver a entrar en la zona afectada.
  • No son productos tóxicos, son productos plaguicidas con catalogación máxima de nocivos y son altamente efectivos.
  • No crea problemas de inmunidad.
  • Tratamiento puntual o contrato anual: inspección inicial, tratamiento de choque y seguimiento periódico.

Tratamiento con temperatura

  • La temperatura óptima para el desarrollo y reproducción de la mayoría de los insectos, se encuentra entre + 15 ° C y + 35 ° C. A temperaturas superiores a + 45 ° C se pueden exterminar las plagas en todos sus estadios evolutivos (huevo, larva / ninfa, pupa y adulto) en pocas horas, debido a que las enzimas animales se desnaturalizan por encima de los 42º C. Esto ocasiona la parada de los procesos metabólicos y la biosíntesis y el individuo muere.
  • El tratamiento por calor se puede completar si es necesario con un tratamiento químico en puntos o zonas donde el calor no pueda penetrar.
  • Una ventaja de este sistema es que, al poder acceder a las zonas a tratar durante la ejecución del tratamiento, se puede comprobar donde se refugian los insectos y permite modificar o adecuar los protocolos de control y limpieza.
  • Otra ventaja es que no hay que cumplir ningún plazo de seguridad una vez finalizado el tratamiento y se puede acceder a la zona afectada inmediatamente.