Los gorgojos son pequeños coleópteros (entre 1-10 mm de longitud). Presentan un cuerpo delgado, cilíndrico y a veces un poco ovalado. Su color suele ser castaño rojizo más o menos oscuro y con un ligero aspecto peludo (pubescente). La cabeza está protegido bajo el pronoto. Los élitros cubren totalmente el abdomen.

Son insectos de amplia distribución allí donde encuentren madera, materiales ricos en celulosa o restos de comida, por ejemplo. Se reproducen en el entorno humano con facilidad. Como ocurre también con otros insectos, la época de reproducción y el número de crías dependen de las condiciones ambientales de los lugares donde se encuentren. Los gorgojos suelen ser solitarios. Sus larvas pueden vivir todo el año y presentar varias generaciones en el mismo periodo. Se alimentan de madera, libros, plantas secas, etc.

Pueden ser muy perjudiciales en el aspecto económico debido a los destrozos que pueden ocasionar. Pistas de su actividad pueden ser detalles como el ruido que producen al comer la madera o pequeñas acumulaciones de serrín a pie de los muebles.

En las ciudades es muy habitual encontrar estos insectos, y pueden llevar a cabo todo su ciclo biológico. A nivel más local, los podemos encontrar en nuestra casa, sobre todo en los muebles de madera y otras estructuras.

Lo más habitual (por ejemplo, con la carcoma de la madera) es tratar el mueble o viga afectado inyectando producto insecticida, a la estructura afectada. También se pueden realizar tratamientos para atmósfera modificada, temperatura, o microondas.

Pueden ser la causa de la aparición de múltiples agujeros en los muebles y causar un problema básicamente ornamental. En el caso de las afectaciones a los cuadrados, los problemas pueden llegar a ser más importantes y de tipo estructural. Otros tipos de gorgojos, como el del pan, pueden contaminar los alimentos.